LA New Banda L'Ambar

LA New Banda L'Ambar

14 marzo, 2006

LA CRONICA DE UN CONCIERTO ANUNCIADO




Como lo prometido es deuda aqui os dejamos con la crónica del concierto tal y como lo vió uno de sus protagonistas, el saxofonista de la banda Raúl Guíu:

Fue un buen concierto, qué coño. Nosotros lo pasamos bien sobre el escenario, el público pareció divertirse y se implicó como hacía tiempo que no recordaba, sonó moderadamente bien, se tocaron un buen puñado de buenas canciones… pero también se cayeron en algunos de los errores de siempre.
La noche comenzó a mediodía, con una paella, ensalada y vino, con la inquietud propia de un día de concierto y la resaca del día anterior de alguno de los miembros. Tarde de pacharán o siesta y prueba de sonido huérfana de piano. Y de repente el caos, diez minutos para comenzar y Cristian desaparecido, Álvaro apocalíptico, Raúl con los nervios desatados y los demás templando los ánimos como podían.
Y comenzó el concierto. Miedo, acordes propios de los mismísimos Dire Straits, nave del misterio e… ¡¡inicio de la canción equivocada!! Rápida corrección y arrancamos la Ruta. El concierto no comienza mal, pero el revulsivo llegó con la primera de las canciones nuevas, “Tocando en la prisión”, un R’n’R re ritmo vibrante y una ejecución sin complejos, a la buena de dios: hay oficio.
A partir de ese momento banda y público se crecieron y no se bajó el nivel hasta el final, en el que quizás el entusiasmo empujó a un lado la calidad musical. Nuevas canciones combinadas con reinvenciones de las antiguas hicieron que el espectáculo pareciera distinto. A destacar la estupenda “Jefe, chape el local” al más puro estilo Urrutia, el bossablues “Intelectualoide” en la que se combinó un gran sonido de guitarras con una gracia que hizo partir de risa al público, la gamberra “Feo” en el que la gente insultaba con regocijo a los músicos al ritmo de la canción o el ya clásico “Don Ramón”, inicio moscovita incluido.
Dejaré que el análisis de los intérpretes lo haga otra persona menos parcial, no sin decir que las cosas van yendo a mejor.
Pero, y vienen los peros, es al día siguiente, lejos de los aplausos, el alcohol, la adrenalina y el escenario cuando al escuchar el compacto grabado comienzan a aflorar todos los desajustes musicales que se cometieron, que fueron algunos. No seré yo quien descubra a los lectores de este blog esos errores que hagan desmerecer el concierto, pero sí tres aportaciones que pueden servir de pistas a los miembros de la banda de cara a un próximo concierto:
1) Hay que ensayar más. Y ensayar todos a la vez. Sí, ya sé que muchas canciones las hemos tocado decenas de veces y es un coñazo repetirlas hasta el aburrimiento, pero es única forma de que no haya descoordinaciones en las entradas, finales, solos… Y ensayar no es sólo tocarlas un par de veces antes de un concierto, sino sentarnos a escucharlas y probar cosas nuevas y mejorarlas y pulirlas, que todavía se les puede sacar más partido.
2) Hay que probar sonido con mucha más atención. Siempre pecamos de sacarle menos partido a los pocos medios de los que disponemos que el que deberíamos. Y eso es por no ser más exigentes con las pruebas o tener a una persona durante el concierto pendiente del asunto.
3) Si bien es cierto que en el directo no se echa de menos una percusión, sí ayudaría a que los músicos sonáramos más compactados, porque en ciertas ocasiones nos vamos cada uno por nuestro lado y creo que es debido a la falta de un referente rítmico que unifique el tempo de todos.

Y dicho todo esto (que ya está bien) nada más que convocaros a todos al próximo espectáculo de La Banda L’Ambar, que si alguien no lo remedia será el sábado 25 de marzo en el Whisky Viejo.

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